Dia 5-8 "Corrupción"

En cuestión de minutos apareció un policía, y se nos acercó diciendo:

-Haber chavales ¿que coño a pasado?

-¿Cómo que chavales señor agente?-Contesté

-¿Qué lleváis encima?-dijo.

El Palotas saco la pistola y apuntando al agente le dijo:

-¿Quieres esto?

Yo le agarre la pistola y saque un fajo de billetes, ofreciéndoselos al policía le dije:
-Toma ¿le vale con esto agente?

-Muy bien chicos, soy el sargento William, si tenéis algún problema no dudéis en llamarme, podré sacaros de cualquier problema. Nos dio su numero y se piro.
Fue cuando el Tiripa se acordó de que Kako se había quedado atado en el club, así que decidimos ir hacia allí.

Al entrar en la sala en la que le dejamos vimos un reguero de sangre y el muy cabrón no estaba, seguimos la sangre y nos llevo hasta el cobertizo de la parte trasera del club (donde el jefe hacía todas las torturas) y estaba tirado en el suelo con los cojones reventados y un hombre apuntandole a la cabeza. Sono un ruido muy fuerte y sus sesos quedaron esparcidos por toda la mesa al lado del telefono.

El hombre, que por cierto tenia una cicatriz enorme en la cara y un tatuaje en el cuello en el que ponia “No me toques los cojones”, al vernos salio corriendo y salto por la ventana, entonces fue cuando el Palotas comenzó a perseguirle, el Tiripa y yo nos acercamos al kako, observándole pudimos apreciar que el muy cabrón se había cagado encima, esto producía un hedor espantoso que me hizo vomitar detrás de unas cajas, entonces fue cuando el Tiripa dijo:

-¿Que coño es esto?- y abriéndole la mano al Kako saco un consolador de goma con estrias, y yo añadí:

-Joder que tio mas desagradable.

Cuando sin poder remediarlo comencé a vomitar otra vez. A la media hora regresó el Palotas y nos contó lo ocurrido en la persecución, este fue su testimonio:

“Comencé a perseguir a ese maricón por la calle De La Ascensión, cuando el muy hijo de puta se paro por que estaba reventado, entonces yo le agarre y comencé a soltarle tal retahila de ostias, que el muy payaso solo pudo sacar la pistola y arrebatarle un coche a un transeúnte, yo hice lo mismo y comencé a perseguirlo, hasta que llegamos al viejo cañon y su coche comenzo a patinar cayéndose por un barranco, yo me acerque al coche y el muy hijo de puta no estaba, solo había una cartera que no tuve ni tiempo de abrirla por que en cuestion de segundos comenzaron a llegar los maderos, yo cogí la cartera y regresé”.

Nos quedamos impresionados asi que dije: -Muy bien hermano, dame la cartera, mañana seguiremos investigando. Toma y vende este poco de mercancía y haber si mañana se da mejor el dia.

El Tiripa dijo: -¿Y yo que hago?- A lo que añadí: - Vete a tu puta casa a follarte a tu mujer que lo necesitas.-

Yo me fui a mi casa a sobar por que estaba reventado.